LIZETTE RÖNNQVIST

Lizette es una artista versátil con formación en danza, interpretación escénica e interpretación. Su objetivo como bailarina es mejorar continuamente y compartir escenario con buenos amigos, ofreciendo actuaciones potentes que cuentan una historia. El baile swing es una de su pasión y ha competido con éxito en el lindy hop, ganando los campeonatos del mundo junior en Boogie Woogie en 2006. Lizette es una aprendiz rápida que puede dominar rápidamente las coreografías con sólo unos pasos. Ahora viaja por el mundo enseñando danza swing y aprecia a los bailarines con un estilo personal y un ritmo sólido. Lizette también es trombón y está interesada en la literatura, las plantas y la cultura pop.

FREDRIK DAHLBERG

Fredrik Dahlberg, natural de Estocolmo, nunca tuvo la intención de convertirse en bailarín. Pasó su tiempo escuchando hip hop y jugando a baloncesto hasta que descubrió la pasión por la música jazz. Por último se convirtió en miembro de la conocida compañía de danza swing, The Hot Shots. Fredrik ha ganado premios, ha impartido clases en eventos internacionales y ha viajado por el mundo para actuar. También está implicado en la enseñanza y el DJ en Chicago Swing Dance Studio. Fredrik es un músico multilingüe al que le gusta escribir poesía y tocar la trompeta.

aiala larReina

Comenzó a bailar de pequeña euskal dantzak (folclore vasco), tanto en clases como en fiestas populares y familiares. Cuando dejó las clases, después de 8 años en esta disciplina, probó otros bailes de diferentes estilos, fue cuando conoció el swing y profundizó en su historia y cultura, cuando conectó con un baile que la movió de nuevo emocionalmente.

Hace 6 años se trasladó a Madrid, donde tiene su propio proyecto junto a tres compis, La Demo Swing Lab, escuela donde imparte clases y difunde la historia que acompaña a esta cultura. También forma parte de la compañía de swing “Bababop danza”.

gurutz larrea

Descubrió el swing en el festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz, ciudad natal donde empezó a bailar.

Poco a poco fue interesándose cada vez más con el mundo del swing, y fue dejando de lado el skate y el balonmano, deportes que llevaba desde los 13 años.

Lleva 6 años instalado en Madrid y sigue desarrollándose como bailarín y profesor en La Demo Swing Lab, proyecto que comparte junto con sus compañeras. También forma parte de la compañía Bababop danza, un proyecto que promueve el espectáculo de baile como herramienta para incentivar la reflexión de la realidad en la que vivimos.